La mujer holandesa esperó siete décadas para experimentar la adrenalina,
el paseo duró aproximadamente un minuto, la abuela no paró de reír y
cuando todo terminó, lo primero que quiso saber era si su cabello estaba bien. Aqui las imagenes:
La mujer holandesa esperó siete décadas para experimentar la adrenalina,
el paseo duró aproximadamente un minuto, la abuela no paró de reír y
cuando todo terminó, lo primero que quiso saber era si su cabello estaba bien. Aqui las imagenes: