Cuando sólo tenía 10 días de nacida encontraron a la ardilla
en Bally Vaughan el Santuario de Vida Silvestre de Zimbabue. Abby
Putterill que vive cerca del lugar solía jugar con ella. Por su lado la ardilla descubrió lo confortable que podía ser el cabello de su nueva amiga. Los padres de Abby, de 16 años de edad, también disfrutan de estar cerca de los animales por lo que no parece molestarles cuando Hammy, la ardilla, se traslada al cabello de Abby. Aqui las imagenes: